- Observatorio de Políticas Culturales publica los resultados de datos levantados en octubre del 2020, que evidencian la difícil situación que atraviesa el sector cultural y lo poco efectivas que han sido las medidas implementadas desde la cartera.
De acuerdo a los resultados del segundo Monitoreo Nacional de Trabajadores de la Cultura realizado por el OPC, los agentes culturales consultados evalúan con nota 2,1 a las autoridades del Ministerio de las Culturas, mientras que los municipios obtienen un 2,9 y las organizaciones un 3,6.
El estudio también arrojó que el 51% de este grupo de trabajadores culturales había recurrido al retiro del 10% de la AFP para solventar la fuerte crisis económica que debieron enfrentar por la pandemia, beneficio que mejoró en parte la precaria situación económica que presentaba el sector en el mes de julio del 2020. Esta medida aparece como la más relevante para los trabajadores culturales consultados, ya que un 45% no recibió ninguna otra ayuda estatal y un 87% no se adjudicó ningún fondo de emergencia del Ministerio de las Culturas.
Además, casi la mitad de los agentes que participaron del segundo monitoreo recurrió a sus familiares y amigos para superar el difícil momento laboral que atravesaban, porcentaje que creció respecto a la primera medición realizada en julio.
Sobre lo anterior Julieta Brodsky, Directora de Investigación del Observatorio de Políticas Culturales, indicó: “Tal como ocurre en otros sectores económicos los trabajadores culturales han debido echar mano a sus propios ahorros previsionales para sobrellevar la crisis, además de solicitar apoyo a sus familiares y amigos. Pareciera que el retiro del 10% dio un respiro al sector, pero sabemos que no es una medida que se sostenga a mediano plazo” afirmó la profesional. “Lamentablemente ha habido un mal manejo de la crisis de parte de las autoridades culturales y eso se evidencia en la forma en que las personas consultadas las evalúan, aunque esa mala evaluación se extiende también a otras entidades públicas y privadas como el Gobierno, los Municipios, la banca y las propias organizaciones culturales”, agregó.
Las fuertes consecuencias que han tenido para el sector las medidas de confinamiento y el distanciamiento social también se evidencian en el hecho de que el 51% declaró haber tenido que postergar tratamientos médicos; el 20% ha debido vender pertenencias; el 15% ha tenido que mantener económicamente a familiares y otro 15% se encontraba de allegado en casa de algún familiar o amigo.
En este contexto, el 76% de los trabajadores de la cultura consultados se ha capacitado para adaptar su trabajo a las nuevas condiciones, adquiriendo nuevos conocimientos o capacidades sobre todo de forma autodidacta (27%), a través del intercambio con pares o redes de colaboración (17%) y mediante cursos online gratuitos (16%).
“Este segundo monitoreo nos muestra la capacidad de resiliencia de las personas que trabajan en cultura, acostumbradas a moverse en condiciones de precariedad han debido adaptarse rápidamente al nuevo escenario que ofrecía la pandemia a través de la autoformación y la activación de redes de apoyo” declara Julieta Brodsky.
Los resultados el Segundo Monitoreo están disponibles en el siguiente link: 2do Monitoreo de Trabajadores